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Hecho por Alejandro Caruso

miércoles, 9 de junio de 2010

Antes de Pretoria, también hubo una historia

Trayecto de Argentina durante las Eliminatorias sudamericanas clasificatorias a la Copa del Mundo 2010. Partido a partido. Del Coco Basile a Diego Maradona.



Así chupándola, mamándola, lamiéndola, la selección Argentina sufrió más de lo debido su pasar en las Eliminatorias sudamericanas, pero finalmente tuvo su final feliz en el estadio Centenario en Montevideo y cumplió el objetivo de clasificarse de manera directa a la Copa del Mundo.
Argentina arrancaba su largo camino hacia Sudáfrica el 13 de octubre del 2007, cuando en el Monumental el equipo de Alfio Basile recibía al Chile de Marcelo Bielsa. El comienzo sería con una victoria gracias a dos goles de tiro libre de Juan Román Riquelme, que estaba sin jugar en el Villarreal de España y llegaba a la Selección para ser la figura del partido. Después seguiría la racha ganadora dos partidos más, en la visita a Venezuela por 2 a 0, con goles de Gabriel Milito y Lionel Messi, y de local frente a Bolivia con una goleada de 3 a 0.
Pero eso si en la cuarta fecha había que visitar a Colombia y en ese momento llegaría la primera derrota por 2 a 1 y en condición de visitante, el único gol argentino lo marcaría Messi. En ese momento el equipo sentiría una recaída en su juego y los resultados lo demostrarían ya que se produjo una serie de 4 empates consecutivos. De Local frente a Ecuador en 1 gracias a un gol de Rodrigo Palacio en el último minuto, 0 a 0 con Brasil de visitante, y también 1 a 1 ante Paraguay en River y contra Perú en Lima.
El triunfo volvería en casa frente a Uruguay. Messi y Agüero marcarían los goles para sentenciar el 2 a 1. En la fecha siguiente, en su visita a Chile, Argentina jugó muy mal y cayó por 1 a 0 debido a un gol de Orellana a los 35 minutos del primer tiempo. Al día siguiente, Basile decidía renunciar a la dirección técnica del seleccionado.
Quince días después, Julio Grondona pondría en el cargo a Maradona, para que clasificara a un equipo que se encontraba en el cuarto lugar de la tabla de posiciones, pero unas explosivas críticas sobre el rendimiento de Juan Román Riquelme derivaron en una nueva renuncia del diez de Boca a vestir la casaca albiceleste. Esta vez el motivo no fue su mamá, fueron la falta de códigos que manejaba con el dueño del banco argentino.
El debut de Diego, como técnico de Selección en partidos oficiales, se produjo por la fecha 11 de Eliminatorias, el 28 de marzo, en un Monumental que desbordaba de ilusión. El rival fue Venezuela, que no estuvo a la altura de las circunstancias y se iría goleado por 4 a 0. La curiosidad de esa tarde/noche de Núnez fueron los silbidos y maltratos por parte del público hacia Juan Sebastián Verón quien ingresó a pocos minutos de finalizar el partido.
Cuatro días más tarde llegaba la peor catástrofe futbolística a nivel deportivo y resultado. Bolivia en los 3600 metros de altura de La Paz humilló a Argentina goleándolo por 6 a 1. Juan Pablo Carrizo, el arquero que el Diez había dicho que sería titular en el Mundial, perdió su puesto debido a las seis veces que la fue a buscar adentro.
Con el mes de junio llegó otra doble fecha de Eliminatorias. Esta vez los rivales fueron Colombia en River y Ecuador en los 2800 metros de altura de Quito. En el primer partido, Mariano Andújar al arco y Fernando Gago como volante por derecha delante de una línea de tres. El jugador del Real Madrid se vio desorientado durante toda la primera mitad debido al único invento del entrenador durante su era. El partido terminaría 1 a 0 para Argentina. Tanto Maradona como muchos jugadores se quejaron del estado del campo de juego que estaba desvastado por un recital que habían brindado Los Piojos una semana antes en el mismo escenario. Hubo un cruce fuerte entre Diego y los dirigentes Millonarios.
Ante Ecuador, el equipo jugó sus mejores 45 minutos de la etapa inicial, en la cual Messi desperdició un gol a metras del arco y Tevez malogró un penal. Para la segunda mitad faltaron piernas y aire, algo bien aprovechado por los locales para imponerse 2 a 0 y hasta podrían haber aumentado el marcador.
Llegaría el momento más crítico, ya que se decidió mudar la sede del esperado partido contra Brasil a la cancha de Rosario Central. Los motivos eran el malestar del campo de River, las excusas eran el frío aliento de los porteños y los rumores indicaban que el día del clásico sudamericano, el 5 de septiembre, era el mismo del 0-5 con Colombia por las Eliminatorias 94, por lo que por cábala se habría decidido la mudanza del estadio. Maradona apostó por la zaga central del Vélez campeón: Nicolás Otamendi y Sebastián Domínguez. En tanto que Dunga planteó un esquema defensivo y apostó por las pelotas aéreas y contraataques, que finalmente fueron las claves del partido. Fuerte reproche de Gabriel Heinze para Sebastián Domínguez al acusarlo como el responsable de la pérdida de la marca en el primer gol brasileño de Luisao. Amplió Luis Fabiano para la visita, Dátolo descontó con un zapatazo de afuera del área y nuevamente el delantero del Sevilla, tras un gran pase de Kaká cerró el marcador: 3 a 1. Andújar perdió la titularidad. Verón fue reivindicado por la gente argentina.
Para el duelo contra Paraguay, por más cambios de nombres lo que no pudo darle Maradona a la Selección fue un cambio de timón. El nuevo dueño del arco pasó a llamarse Sergio Romero. El equipo siguió sin aparecer, con un Lionel Messi completamente desconocido al que deslumbraba en el Barcelona. El local ganó 1 a 0 con gol de Haedo Valdez y el equipo del Tata Martino fue el segundo en clasificarse, después de Brasil, frente a la cara de los mismísimos argentinos.
Con la tercera derrota al hilo consumada, el técnico se tomó unas vacaciones de una semana en un spa en Italia. Una actitud desaprobada por la prensa, ya que el equipo se ubicaba en el quinto lugar de la tabla, por lo que debería disputar un repechaje ante el cuarto de la CONCACAF.
Para la última doble fecha decidió convocar por primera vez a Gonzalo Higuaín. El delantero del Real Madrid tuvo la responsabilidad de debutar en el seleccionado y lo hizo muy bien, al convertir el primer gol ante Perú, pero no fue el héroe. Tras el calamitoso error de Javier Mascherano que después de un taco en el área propia, en el minuto 89, le regaló la pelota a los rivales para que Rengifo empatara el partido, apareció el optimista del gol: Martín Palermo, en lo que fue el gol del año, agradeciéndole a Dios bajo el diluvio que caía sobre el Monumental.
Con la tranquilidad de depender de sí mismo Argentina viajó a Montevideo. Maradona planteó un gran partido y jugó con la necesidad de Uruguay que debía obtener el triunfo, así plantó un medio combativo con Verón como bandera. Mario Bolatti marcó el gol de la clasificación directa de Argentina al Mundial y desató la locura del cuerpo técnico y jugadores, quienes les dedicaron el triunfo especialmente a los periodistas mediante mensajes poco adecuados para la ocasión.
Pero por suerte el Seleccionado nacional lo logró y todos la tenemos bien adentro… del Mundial, claro.

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