Buscá en este blog

Hecho por Alejandro Caruso

martes, 3 de abril de 2012

Medicina para la afonía

Foo Fighters debutó en suelo argentino en el cierre de la apertura del Quilmes Rock 2012, en River. La banda liderada por Dave Grohl montó un intenso show que hizo delirar a miles de personas, hasta contó con un homenaje a Joan Jett. Hoy, replay.



Potente como una piña directa al mentón, no entrada de lleno pero colocada al fin. Así fueron los síntomas del cierre de la primera fecha del Quilmes Rock, a cargo del esperado debut de Foo Fighters en tierras argentinas y el regreso del ahora violero Dave Grohl, ya que la última vez que este había visitado el país lo hizo en su antiguo rol de baterista, a cargo de la percusión de Nirvana, en 1992, una de las bandas más influyentes en la historia del rock.
Y claro, su agrupación actual, algo de esa mística tiene, sino no se explicaría como mueve masas capaces de enloquecerse y sentir la música pasar por todo el cuerpo en cada uno de los 22 temas que brindaron anoche en River. Más allá de la energía de sus habilidosos integrantes como son los casos de Chris Shiflett y Pat Smear, en guitarras, Nate Mendel, en el bajo y Taylor Hawkins de batero, quien hasta tuvo la oportunidad de lucirse como vocalista al entonar Cold Day In The Sun.
Pero lógicamente el gran padre de esta criatura es Dave Grohl, que además de estar frente a la viola, confirmó su capacidad de frontman que enfrentó a una multitud enardecida y la alimentó de rock cuando estaban hambrientos y los hizo cagarse de risa en los momentos que necesitaban de relax. La particularidad que afrontó en la noche del Monumental fue la disfonía que presentó nítidamente en el potente comienzo (palo y palo con Bridge Burning, Rope y The Pretender), derivados por los problemas sonoros ya acostumbrados en estadios de la Ciudad de Buenos Aires en recitales de alta gama, hacía que gritara más de lo que cantaba, y todos sabemos que el ex Nirvana tampoco es un tenor italiano. Eso no le impidió ser el centro de atención de un reflector permanente, que lo persiguió en cuanto viaje realizó hacia ambos lados del escenario en incontable cantidad de canciones.
Siguieron My hero, el momento punk melódico de Arlandria, Breakout, hasta llegar a la mejoría en el volumen con Big Me y Stacked Actors, para comprobar, ahora sí, la verdadera potencia de la banda que te caga a patadas en el pecho y además incluye el combo de un duelo dialéctico entre todas las guitarras habituadas en el proscenio.
Walk, el clásico Monkey Wrench y I Should Have Known con These Days para apaliar un poco toda esa vehemencia y para que el público recupere un poquito el aliento. El cover de In The Flesh de Pink Floyd, vino amalgamado a This Is a Call. The Best Of You, el momento más épico de la velada, y All My Life, en el cual el pogódromo reventaba la válvula, antes de volar a los bises.
Un show cargado que se podría decir, repasaron éxitos de toda su carrera, tal cual estaban obligados a hacer por ser su primera vez, pero que la atención principal se la llevó su más reciente álbum de espectaculares críticas tanto en vivo como en estudio, Wasting Light. Raro, en un escenario con tendencia a la oscuridad que por momentos parecía que a Dave no le iban a dar las cuerdas, que no soportaría todo el set, que se quedaba mudo al tercer tema, pero haciéndole frente (homenaje a Freddy Mercury mediante) se plantaba con cada alarido bancándosela como un campeón, terminando limpio y desafiando a que hoy se oirá mejor que ayer.
Para el cierre se guardaron Wheels, Dear Rosemary y otro pico, con el homenaje a Joan Jett (un par de sets antes se había presentado en el Quilmes Rock junto a su banda homónima and The Blackhearts). Al mejor estilo boulevard norteamericano, la reina del rock, la Madonna de este ambiente, se sumó a los Foo Fighters para reversionar Bad Reputation. Y sí, el verdadero final fue con Everlong, para dejar a todos con las ganas de más esta noche en la que se volverán a presentar y asegurarse que Dave Grohl, junto al acople final corriendo, tirando púas y besos para cada uno de los presentes, inventará que la mejor medicina para la afonía es cantar y transpirar en cada acorde.
Para continuar con la segunda fecha del Quilmes Rock (¡qué festival más curioso que tenemos, ya que en tres fechas que hay, dos son cerradas por el mismo intérprete!), se presentarán Massacre (15:55), Cage The Elephant (16:40), nuevamente Joan Jett and The Blackhearts (17:25), TV On The Radio (18:10), los más que interesantes Arctic Monkeys (19:20) y el mencionado cierre a cargo la banda de Dave Grohl desde las 21.

No hay comentarios:

Publicar un comentario