Buscá en este blog

Hecho por Alejandro Caruso

viernes, 8 de octubre de 2010

Sin salirse del libreto

Linkin Park se presentó por primera vez en Argentina, en un show en Vélez que duró aproximadamente cien minutos en los cuales interpretó 25 canciones. De esta forma le dio comienzo a su tour mundial A Thousand Suns, nombre de su disco reciente.



La banda californiana liderada por Chester Bennington y Mike Shinoda desembarcó por primera vez en suelo argentino y mostró toda su consistencia en poco más de hora y media que duró el concierto, en un Vélez que lo vivió de forma intensa pero no llegó a estar repleto, como en sus noches gloriosas de Luis Miguel.
Fue la primera presentación oficial desde la salida de su cuarto disco, justamente el que le da el nombre a la gira mundial, A Thousand Suns, por lo que hicieron 12 pistas de dicho álbum que está bañado en un pop británico sintéticamente electrónico. Sin embargo, también repasaron algunos de sus clásicos más enérgicos originados por un rapcore metálico, que hicieron temblar el José Amalfitani.
Se mostraron tan obsesivos como en sus placas, sin dejar ningún detalle librado al azar. Todos sus movimientos estaban planeados y cada integrante sabía adonde debía ubicarse en cada parte del escenario, según el tema que tocaban. Todos respetaron sus guiones a la perfección, sin salirse del libreto. La escenografía fue bien LP, con rampas por todos lados, sintetizador a cargo de Joe Hahn de un lado, enfrentado a la batería de Rob.
Musicalmente imponentes como en sus discos, si cualquiera cerraba los ojos y se relajaba era como si estaba en su casa escuchándolo desde los cds. Fueron escasos los segundos que el estadio quedó sin volumen, ya que siempre los sampleos de DJ Han se encargaban de agregar un sonido tenso que enganchase las interpretaciones.
Minutos antes de las nueve y medias, Vélez quedó a oscuras y comenzó a sonar The Réquiem, la intro de su último álbum, seguido por Wretches and Kings. A su finalización, retumbó la primera catarata de clásicos: Papercut, Given Up, New Divide y Faint.
A esos le siguieron Empty Spaces (otra de las tantas introducciones pre-pistas de A Thousand Suns), When They Come For Me (con Chester y el violero Phoenix tocando tambores), No More Sorrow, Jornada del Muerto, Waiting for The End (próximo corte de la banda), Wisdom Justice and Love, Iridescent (con Mike al piano) y Numb.
Luego llegó otra intro, en este caso The Radiance, que le abriría camino a Breaking the Habit (Bennington bajó hasta el público y jugó con él), Shadoy of the Day (con el cantante ya en cuero), Crawling (otro de los clásicos inesperados), Bleed It Out y One Step Closer, para irse a los bises con otro aluvión de hits.
Para la parte final del show quedaron Fallout, The Catalyst (corte actual), The Messenger (con Mike en guitarra acústica), In The End (se vino abajo Liniers) y finalmente cerraron con What I’ve Done.
Quedaron para el final el saludo y los exagerados besos que Chester le lanzaba a la gente sobre cada rincón del proscenio, aunque pese a esto se manejaron con gran distancia durante el concierto. Los Linkin Park debutaron en Argentina, con 25 canciones y cumplieron con creces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario