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Hecho por Alejandro Caruso

viernes, 8 de octubre de 2010

Plan sin plan

Argentina perdió 1 a 0 contra Japón en Saitama, con gol convertido por Okazaki a los 18 minutos del primer tiempo, tras uno de los tantos rebotes que dio Romero. Fue la primera derrota contra el seleccionado japonés.



En la incontinencia con la que todos viven para adueñarse del buzo de entrenador del seleccionado argentino, Sergio Batista retrocedió varios casilleros, porque su equipo se vio superado táctica y futbolísticamente por Japón, algo que nunca antes se había producido en la historia, en ninguno de sus seis enfrentamientos previos.
Más allá del resultado lo preocupante fue el nivel del equipo que se vio superado por el conjunto asiático que ya ha dejado de ser una Cenicienta para transformarse en una clara potencia continental. Los dirigidos por el italiano Alberto Zaccheroni evolucionaron muchísimo en su juego y ratificaron su buen papel en la última Copa del Mundo en Sudáfrica, en la que cayeron en octavos de final ante Paraguay, por penales.
El local entendió mejor el partido ya que tuvo mayor criterio colectivo, en tanto que los comandados por el Checho dependieron de Messi que habitualmente fue ahogado por hasta tres rivales. Japón presionaba en la salida, lo que producía una ligera recuperación y conjugada a una posterior distribución concisa, sumada a la adhesión de sus laterales en ofensiva, complicaba a la endeble defensa albiceleste.
Con la ventaja tras el gol de Okazaki, que aprovechó la siesta argentina tras el rebote que dejó servido Romero luego de un remate de Endo, los asiáticos a base de una defensa sólida y concentrada, aguardaron para liquidarlo de contra y reflejaron la carencia de ideas de su oponente.
D’alessandro tuvo un flojo regreso como titular y no se asoció al delantero del Barcelona. Además se tuvo una noche negra con tres lesionados: Diego Milito (que sigue sin mostrarse como el del Inter cuando se calza la celeste y blanca), Esteban Cambiasso y Mario Bolatti, quien había ingresado para reemplazar al Cuchu.
Batista no era el mejor técnico del mundo después de golear a España en River, ni será el peor luego de perder contra Japón, pero el nivel del equipo desanimado preocupó. Es bueno que esto pase ahora, para bajar la ansiedad de la dura elección, parar la pelota y pensar bien quien tiene la capacidad necesaria para manejar a estas estrellas. Batista sigue en carrera, como Maradona, como todos, como hasta ahora. Plan sin plan.

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