Braian Toledo obtuvo la medalla dorada en lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se disputan en Singapur. Los medios exageraron el hecho hasta llevarlo al punto máximo del exitismo.
El 5 de julio de 2007 fue aprobada por Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el proyecto Juegos Olímpicos de la Juventud (JOJ), que consistían en su similitud con los JJ.OO. modernos, con la particularidad que todos los deportistas participantes tienen un mínimo de 14 años de edad y un máximo de 18.
Esta idea es foguear a los competidores más chicos con gran futuro, para quitarles presión en los compromisos más fuertes, prepararlos para la competencia de primer nivel. Y por más que se otorguen medallas a los mejores (esencia básica de los Juegos Olímpicos), el plan es apoyar el desarrollo por encima del resultado final.
Estos primeros Juegos se están llevando a cabo en Singapur desde el 14 de agosto y se extenderán hasta el 26 del mismo mes, con la representación de 59 atletas argentinos, entre ellos Braian Toledo, un muchachito de 18 años especializado en lanzamiento de jabalina, que consiguió un logro histórico para justificar por completo por qué había sido escogido como abanderado de la delegación.
Toledo ganó la medalla de oro en su especialidad tras alcanzar una marca de 81.78m, seguido por el estadounidense Devin Bogart, quien registró una marca de 74.23m. Aunque hay que destacar que el nacido en Marcos Paz no solo entró a la historia por ser el primer argentino en subirse a lo más alto del podio en esta nueva modalidad de Juegos, sino que es el dueño del récord mundial sub18 al lanzar el elemento a 84.85m, que obtuvo en febrero de este año en el CeNARD.
Sin embargo, varios medios de comunicación, tanto televisivos como gráficos (los cuales no voy a mencionar porque el sueño de todo periodista es trabajar en cualquiera de ellos), asimila el hecho al atletismo argentino en su máxima competencia, al decir que no se conseguía un oro en dicha disciplina desde los Juegos Olímpicos de Londres 1948, cuando Delfo Cabrera ganaba la maratón. Sin desmerecer el suceso actual que acaba de entrar en la historia del deporte nacional, es una completa exageración portada de un total exitismo comparar el logro con unos Juegos para mayores de 18 años.
Llevado al caso, esos mismos medios que defenestran al Seleccionado de fútbol por su sequía de títulos mundiales desde 1986, no se los vio comparar ninguna de las cinco veces que Argentina fue campeón del mundo juvenil sub20, posteriores a la vuelta en México. Es decir, no dijeron Argentina vuelve a ser campeón del Mundo desde 1986, porque efectivamente es otra categoría, como sucede en estos JOJ.
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