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Hecho por Alejandro Caruso

miércoles, 11 de agosto de 2010

Interino con sueños internos

Argentina derrotó 1 a 0 a Irlanda, con gol de Ángel Di María a los 19 minutos del primer tiempo. Fue el primer partido de Sergio Batista como entrenador de la Selección Mayor.



Ramón Díaz ya lo había dicho el día que se autopostuló para ser el entrenador del seleccionado, “a todos les gustaría estar sentado en ese banco”. Y el Checho Batista dejó escapar su deseo más soñado en la frase de la elección del capitán, cuando sentenció que respetaría a Javier Mascherano como el dueño de la cinta en los dos partidos que quedan del 2010, pero que más adelante su líder será Lionel Messi.
El ex entrenador del sub 20 al hacer dichas declaraciones se imanta al buzo, no quiere dejar el puesto por nada y da indicios que en su mente no son solamente dos partidos de interinato, como lo calificó la televisión irlandesa en el partido. Pero más allá de tener el apoyo de Carlos Bilardo, director de Selecciones Nacionales, Batista posee un curriculum intachable, que alternas buenas y malas, como la medalla dorada obtenida en los Juegos Olímpicos de Pekín o la no clasificación al Mundial Juvenil, tras el fracaso del sudamericano de Venezuela, en una categoría que la Albiceleste supo dominar en la última década.
El Checho debería ratificar sus deseos y sus palabras con ideas de juego adentro de la cancha, pero aunque ganara el amistoso en Dublín por una diferencia abultada no le aseguraba ligarse hasta el 2014, ya que Irlanda no era un rival exigente (a pesar de haber merecido clasificarse a la última Copa del Mundo) ni el entrenador ¿interino? tuvo el tiempo suficiente de plasmar su plan en la cabeza de los jugadores. Hubo futbolistas que llegaron el día previo al cotejo y en plena pretemporada con pocos minutos acumulados y más que nada nutridos en trabajos físicos.
Si se comparara al partido contra Alemania, vale aclarar con características de nivel y competencias totalmente diferentes, ante el equipo que dirigió interinamente Marco Tardelli (Trapattoni sufrió una intoxicación un día antes y por ello no estuvo presente), Argentina priorizó la posesión del balón y el juego centralizado. Careció de la verticalidad que aportaban por ambas bandas Di María, quien hoy jugó más adelantado, y Jonás Gutiérrez en la era Maradona. Con poco se vio el cambio de nombres en el esquema, con un mediocampo recuperador (Mascherano, Gago y Banega, la figura del partido).
Por eso todavía no se lo debe criticar ni justificar, no tuvo el tiempo suficiente para trabajar y su esbozo está verde. El partido que definirá su capacitación será cuando España visite al seleccionado en River. Pleito más que riguroso, frente a un campeón del mundo que buscará su primer triunfo con el título puesto tras empatar en 1 con México en el Azteca. Mientras, Batista es un interino con sueños internos. A quién no le gustaría ser el DT, más con la posibilidad de volver a bañarse en la gloria de un campeonato en mayores y ser erigido como el salvador que corte con tantos años de sequía.

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