El director técnico de ARgentina ya eligió los jugadores que llevará a la Copa del Mundo. Garcé sorpresa y se quedaron afuera Fabricio Coloccini, Juan Insaurralde, Juan Mercier, José Sosa, Jesús Dátolo, Sebastián Blanco y Ezequiel Lavezzi. También están los infaltables Messi, Higuaín, Verón y Mascherano.
Diego Maradona ya seleccionó a sus 23 soldados que representarán a los 35 millones argentinos dentro de una cancha de fútbol, y si bien la mayor sorpresa fue la inclusión de Ariel Garcé, la lista es lógica y se encuentran los mejores de la actualidad. Nada de reproches, aunque tal vez falten algunas variantes en defensa y en el mediocampo.
Los tres arqueros harán su debut mundialista con la singularidad que ninguno supera los cinco partidos con el buzo de AFA. En el caso de que el equipo llegue a semifinales, cualquiera sea el titular, si no pasa nada será Sergio Romero, superará el número de partidos antes de embarcarse rumbo a Sudáfrica.
El polémico Garcé, cuenta en solo tres oportunidades vistió la celeste y blanca. El único compromiso con Maradona de entrenador, fue en el 5 a 0 a Haití. Previo a eso, durante el ciclo de Marcelo Bielsa, estuvo contra Honduras, en el que se fue expulsado por doble amonestación, y ante Estados Unidos. El seleccionador se basó en su elección debido al compromiso que demostró el día que fue probado, como se fundamentó así con la mayoría de sus elegidos, según la predisposición y actitud mostrada tanto en entrenamientos, como en partidos oficiales y vestuario.
El único lateral original es Clemente Rodríguez. José Pekerman tuvo una actitud similar en el Mundial anterior, cuando en aquella oportunidad llevó a Juan Pablo Sorín y Leandro Cufré, mientras que Nicolás Burdisso, Gabriel Heinze y Lionel Scaloni improvisaron esa posición. El mejor en ese puesto es Javier Zanetti, cuya curiosidad marca que es el jugador que más ha vestido la camiseta de Argentina con 136 partidos, pero aún así se perdió las últimas dos Copas.
Si bien el seleccionado nunca se caracterizó por sus laterales como pasa en Brasil, que atrás permanezcan cuatro centrales con poca proyección complicaría las cosas frente a rivales que salgan a defenderse y a agruparse atrás. Contra otra potencia, como sucedió en el amistoso contra Alemania, esto no pasaría, pero en primera ronda se medirán ante rivales inferiores que irán de punto.
La zona de volantes solamente tiene tres recambios: Mario Bolatti, Javier Pastore y Maximiliano Rodríguez. Juan Sebastián Verón llegará con una temporada extensa sobre sus piernas y habrá que ver si puede aguantar disputar un partido cada cinco días, con la tensión de avanzar ronda a ronda. Su reemplazante natural es Pastore, que normalmente ocupa unos metros más adelantados que la Brujita.
Por más que el dibujo fetiche de Diego, lo haga jugar con dos atacantes, ese número podría duplicarse si así lo cree conveniente. Los que viajan atraviesan sus momentos más dulces. Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Diego Milito superaron los 25 goles en la temporada y Martín Palermo llega tras consagrarse como máximo goleador de la historia de Boca Juniors. Si el partido se complica y Argentina lleva ventaja, también podrían juntarse los enanos arribas para hacer tiki-tiki y tener la pelota.
Indudablemente pasó la etapa de transición y por eso habrá quince debutantes mundialistas. Pero eso no quiere decir que no hayan tenido experiencias teñidas de gloria albiceleste, ya que Romero, Javier Mascherano, Ángel Di María, Sergio Agûero y Messi fueron medalla de oro hace dos años en los Juegos Olímpicos de Beijing. Y también en sus clubes porque La Pulga, Walter Samuel, Martín Demichelis, Heinze, Di María, el Kun y Milito se suman al plantel con una vuelta olímpica con sus instituciones. Jonás Gutiérrez llega tras devolver al Newcastle a la Premier League inglesa.
De los 108 jugadores que citó Maradona en su año y ocho meses al mando de la Selección Nacional, optó por estos como los 23 mejores. Entonces será cuestión de confiar en sus decisiones y en el plantel, pero que la confianza sea vidente, no vaya a ser cosa que la ambición de gloria la ciegue por completo.
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