Slash grabó su primer disco como solista, que lleva como titulo su mismo nombre. Con la participación de varios amigos vocalistas, el resultado fue un rejunte de géneros muy positivo. Algo muy variado para un cd.
Tal vez sea uno de los pocos casos en los que el disco debut de un solista no contenga ni un solo tema cantado por el nombre de su artista. Este es el caso del primer cd de Slash, en el que cantan doce vocalistas en trece temas, más uno de instrumental. El hombre de la galera como es de costumbre, si es oído solamente será en algún que otro coro, como sucedió a lo largo de su trayectoria.
La conclusión de la mezcla entre tantos cantantes es una gran variedad de estilos, debido a la diferencia notoria de sus tonos y forma de cantar de cada uno de ellos. Esta es la única manera de que puedan convivir en un mismo álbum la voz masculina y rasposa de Lemmy Kilmeister (Motorhead) con las cuerdas femeninas y agudas de Fergie (Black Eyed Peas).
De esta forma el señor Hudson confirma que es capaz de ajustarse a cualquier género, más allá de que reluzca sobre la velocidad, sea cual sea, es capaz de adaptarse sin pretextos. Algo lógico si se tiene en cuenta que puede de tocar la guitarra de forma brillante con Guns N Roses o con Paulina Rubio.
Cada frontman tiene un timbre reconocido de voz y eso implica el gusto de las personas por los temas. A los que le gustan más lentos pueden disfrutar de Gotten con Adam Levine (bien al estilo Maroon 5) o Promise con Chris Cornell (sonoramente parecido a Audioslave), en cambio los amantes del punk no podrán saltearse I Hold On con Kid Rock o We’re All Gonna Die con Iggy Pop, mientras que a los que les desvela el metal deberán trackearse en Doctor Albi con Lemmy o Nothing To Say con M Shadows (un tema que perfectamente podría ser de Avenged Sevenfold).
Las sorpresas las dan Fergie y Ozzy Osbourne. En el caso de la chica, la única mujer que canta en el disco, se da porque interpreta una canción mas del lado del hard rock y bastante alejada al funky pop por el que se caracteriza. En tanto que Ozzy entona una balada, que si bien posee buena cantidad en su curriculum (como Mama I’m Coming Home o Here For You), el ex Black Sabbath inmediatamente está asociado heavy metal.
Watch This es el tema instrumental, con Dave Grohl en la batería y la complicidad de Duff McKagan en el bajo, una zapada bien grunge en el que cada participante explota sus virtudes al máximo complementándose de forma increíble. Con la perla de que el vocalista de Foo Fighters, vuelve a la bata, como en sus orígenes de Nirvana.
El único cantante que se presenta en dos canciones es Myles Kennedy (Alter Bridge), en Back From Cali y Starlight.
Aparte de Duff, otros dos ex gunners ayudan al solista debutante en las pistas: Steven Adler e Izzy Stradlin. Según ha declarado el propio Slash, además de él, Izzy es el único guitarrista que se puede oír en el álbum.
Debido al buen surtido, es imposible no hallar un tema que le guste a una persona ya que realmente hay para todos los gustos. Lo difícil seria que a una persona le guste el disco completo. Desde hard rock, hasta grunge, pasando por algunas baladas, las cuales coquetean con el pop. Los temas están acoplados a sus respectivos vocalistas, cada uno tiene la esencia de su cantante, pero con Slash hacen una ensalada interesante y muy bien condimentada con su Gibson Les Paul.
Primer corte de difusión, By The Sword con Andrew Stockdale.
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