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Hecho por Alejandro Caruso

domingo, 10 de junio de 2012

Argenmessi

Argentina derrotó 4 a 3 a Brasil en un amistoso legendario y épico, disputado en Estados Unidos. Messi definió el partido con un hatrick, con una última definición brillante a los 85 minutos. Fede Fernández había marcado la igualdad en un cotejo de resultado cambiante. Rómulo, Oscar y Hulk, los goles brasileños. Muy floja y preocupante respuesta de la defensa.


Sabella ya lo había adelantado en su conferencia de prensa del día viernes. Buscaba variantes para no depender del mejor jugador del mundo. Este partido ante una selección Brasil sub-23, que se prepara para los Juegos Olímpicos de Londres, no tuvo una respuesta química contundente sobre sus dichos, sino que alimentó sus dudas. Argentina es únicamente Lio Messi. Y esta buenísimo tener al mejor del mundo en tu equipo, pero cuando se lesione o tengo un día de un mortal normal ¿qué va a pasar? Por lo pronto a disfrutar y agradecer.
Messi es eso que tiene Argentina, capaz de dar vuelta un partido con dos apariciones en sendas desatenciones brasileñas. Una definición exquisita ante una asistencia riquelmeana de Higuaín, más una combinación con Di María, tras dejar en el suelo a Rafael, que trajo a la retina el gol de Caniggia ante el Scratch en el Mundial 90. Justamente los dos jugadores del Real Madrid, fueron los únicos socios que más se acercaron al nivel del crack del Barcelona, ya totalmente líder futbolístico de este Seleccionado.
Y Messi también es ese monstruo capaz de fabricar un gol extraordinario, que deja en jaque a los artistas de la palabra para llenarlo de adjetivos calificativos elogiosos. En el momento más picante del match, cuando el reloj indicaba que se moría en una épica igualdad en 3, capaz de inventarse un slalom gigante, para hacer el amistoso más heroico, con la misión de que la pelotita que lleva dominada desde mitad de cancha, por la derecha, termine en el ángulo superior del arco. Sin importar cuanta camiseta amarilla se le cruce en el camino, él no claudicará jamás en el imaginario que idea en su cabeza medio segundo antes que la redonda se imante a su zurda.
Pero hablar solamente de las magnificencias que hace Messi cada vez que pisa una cancha de fútbol, sería hipócrita. El equipo no jugó para nada bien. Exonerando a la Pulga del conjunto dirigido por el ex entrenador de Estudiantes, el rendimiento fue bastante flojo, sobretodo en la última línea. Los laterales a cargo de Zabaleta y Clemente Rodríguez, al igual que ante Ecuador por Eliminatorias, reiteraron la invitación a jugar a sus espaldas y desbordar. Pero claro, una semana atrás el técnico Rueda jugó con un solo delantero central. En este sub23 de Brasil, Hulk, de gran partido, y Neymar lastimaron y dejaron en concreta evidencia las falencias defensivas. Además el tándem Maschearano-Gago muy errático, a tono con la zaga central de Garay-Fernández, de gran incertidumbre si causaban más miedo cuando los encaraban o con la pelota en sus pies, ya que regalaron varias pelotas en salidas.
Coincidentemente, en tierras norteamericanas de la NBA, en el cual su reglamento cambia al de la FIBA, y prohíbe la marca en zona, si algo le faltó a este partido fue la solidez defensiva. Todos duelos mano a mano, siempre ganados por el jugador ofensivo. Tanto Argentina, como Brasil, dejaron ver sus puntos más flacos. Así se dio un partido abierto, vibrante que hizo feliz a los hinchas de fútbol. La sensación era que cada avance de cualquiera terminara en gol.
El equipo de Menezes increíblemente abierto, dándole espacio para pique profundo al vacío de los peligrosos y filosos atacantes albicelestes, punzantes como Messi, el Pipita, más las apariciones sorpresivas de Di María. Excluido totalmente José Sosa, ausente a la hora de crear juego, llegar y sobretodo marcar en la pelota detenida, tal cual sucedió en el gol de Rómulo.
El pobre de Romero tiene eso que tienen los arqueros. Ante la floja respuesta defensiva, pudo lucirse y asomarse como segunda figura argentina, pero todos esos grandes momentos quedan olvidados por una jugada que cambia el juego, un centro mal capturado, un gol de Hulk y luego condicionado con la cabeza en un instante que ya terminó en la red.
Se vio más ambición y vocación ofensiva con el refrescante ingreso del Kun Agüero, para que el juego otra vez se volcara sobre el área verdeamarela. Quedó demostrado que el Seleccionado tiene que jugar pensando en sus armas y no en virtud de desmantelar el plan del rival. Tiene los suficientes fundamentos para que los demás conjuntos del planeta se preocupen por su fútbol, si bien se destaca que la intención de Sabella al comienzo era con la mente puesta en el próximo compromiso de Eliminatorias ante Paraguay, en el que se ausentará el delantero del Manchester City, por estar suspendido.
Entonces habrá que separar y discernir entre el equipo de Sabella muy distinto a Leo Messi, el extraterrestre nacionalizado argentino, quien tiene el don de hacer fácil lo difícil.

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