Buscá en este blog

Hecho por Alejandro Caruso

martes, 25 de octubre de 2011

Duff viene a Argentina, con cd y libro

El ex bajista de Guns N Roses tocará el 19 de noviembre en el Teatro Colegiales para presentar The Taking, el nuevo disco de su banda Loaded, y aprovechará la oportunidad para autografiar su biografía, It's So Easy (and other lies).



Duff McKagan, ex bajista de Guns N Roses, llega a la Argentina a fines de noviembre para presentarse junto a su banda Loaded pero no será la única alegría para sus fans, ya que estará firmando y dedicando su autobiografía en principio a quienes se acerquen al Teatro Colegiales.
El libro, llamado It's So Easy (and other lies), fue publicado el 4 de octubre en Estados Unidos por la editorial Touchstone Books, una división de Simon & Schuster. El relato empieza en 1994, cuando casi le explota el páncreas a Duff a causa de su abuso de alcohol. Además narra la trayectoria de Guns N Roses a una cadena de álbumes multiplatino, conciertos en estadios repletos y la aclamación mundial. Pero ese tipo de gloria puede pasar factura y así fue al caer en la adicción a las drogas y el alcohol, y el punto de inflexión que lo llevó a un camino de sobriedad, el cual incluyó dos años de soltería y estudios de finanzas en la Universidad de Seattle.
McKagan demostró que su talento sigue influyendo en una nueva generación de rockeros y jóvenes aficionados ya sea como bajista, percusionista, guitarrista, actor, columnista y ahora también autor, apuntado a la audiencia con un análisis sin tabúes impactantes que lleva a los lectores por un escalofriante viaje a través del oscuro corazón de una de las bandas más notorias en la historia del rock.
Más allá de sus memorias, el plato fuerte será su visita a la Argentina junto a Loaded, para presentar su tercer y reciente placa The Taking, el 19 de noviembre a las 19 en el Teatro Colegiales, y un día más tarde en The Roxy, de la ciudad de Córdoba.

viernes, 21 de octubre de 2011

Lulu, esa cosa rara entre Lou Reed y Metallica

El disco de estas dos leyendas de géneros muy diferentes, que sale a la venta el próximo 31 de octubre, dio como resultado un material curioso. Tiene solo 10 canciones, pero con un promedio de 8 minutos cada una.




Lulu es la creación que salió entre Lou Reed y Metallica. Un álbum largo, de 80 minutos de duración que saldrá a la venta el 31 de octubre, pero ya se puede escuchar desde la página de la banda. Un disco que puede dejar más conforme a los amantes del ex The Velvet Underground que a los metaleros en si.

Todo comenzó en 2009, luego de tocar juntos en el Rock and Roll Hall of Fame, donde Lou Reed le propuso a los 4 grandes del metal grabar un disco juntos. Sería una serie de canciones basadas en la obra del dramaturgo alemán Frank Wedekind, acerca de una bailarina maltratada. A partir de allí, debió haber sido el trabajo más prematuramente juzgado de la historia. La red y los medios especializados colapsaron con juicios de valor casi siempre negativos.

La desventaja básica que poseía, por más sorprendente que fuera, es que de antemano estaba condenado al fracaso por un simple motivo: los metaleros del mundo entero lo iban a recibir como el nuevo disco de Metallica, cuando en realidad no es así y lejos está de serlo.
En total son diez temas con una media general de 8 o 9 minutos cada uno (el más extenso dura 19) y para una generación que quiere hacer todo rápido, acostumbrada a escuchar trash, pueden volverse lentos e impasables. La banda baja considerablemente su velocidad para ir a la par del nuevo vocalista, que suena extraño con el mayor poder de distorsión al fondo.

Desde el comienzo, Brandenburg Gate es un tema más, sin nada interesante, que en otra época podría haberse descartado. The View, fue el corte previamente difundido, en el cual ya se podía comenzar a sentir la monotonía de las canciones. Pumping Blood termina con buenas guitarras, pero para llegar a eso hay que superar los primeros siete largos minutos. Mistress Dread parece un Oasis en el desierto, hasta que Reed arranca el parafraseo y Metallica baja su intensidad. Iced Honey es la más corta de todas, en la cual si bien bajan revoluciones no es tan chocante.

Se supone que lo mejor está en el final y acá encontramos melodías como Frustration, narrada por Reed, bien a lo Juan Moreira, hasta los últimos dos minutos en los que quedan solos Hetfield, Trujillo, Hammett y Ulrich y vuelven los cabezazos al aire; Little Dog, apagada y densa; y Junior Dad, en el que Metallica clava piloto automático y la estrella setentona es feliz como a quien le dan la razón a esa edad.

Redondeando, Hetfield y los suyos estarán orgullosos (como dijo el batero, pueden hacer lo que quieran a esta altura de su carrera) de haber grabado un disco con semejante autor del siglo XX y genio referente en diversos estilos del rock alternativo. Por ello, vale asentir que esta creación se hizo sin la más mínima intención de vender. Fue totalmente artística y por placer. De ahí a que tenga que gustar para sonar como el Álbum Negro, es otra cosa muy distinta.

jueves, 20 de octubre de 2011

La picadora de carne, también en torneo largo

En 11 fechas del campeonato, ya fueron 9 los entrenadores que dejaron su cargo. En esta categoría se usa la modalidad de torneo largo ¿Acaso esta modalidad no era una de las soluciones para acabar con las renuncias prematuras de los técnicos? ¿Qué pasó en temporadas anteriores?


Al desgastado y veinteañero campeonato de Primera División de nuestro fútbol, más de una vez se le adujo que el colofón para finalizar con la vorágine que se encuentra la carrera de director técnico era el torneo largo. A la europea, todos contra todos, ida y vuelta a 38 fechas. Eso detendría la rescisión contractual que muchas veces parece una decisión apresurada. Sin embargo, en la B Nacional desde la temporada 2007/08 se utiliza este sistema y no parece detener este vórtice, ya que en el actual torneo en tan solo 11 fechas disputadas, 9 entrenadores abandonaron su cargo.

En esta última fecha fueron tres las cabezas que rodaron. Andrés Yllana dejó la dirección técnica de Aldosivi tras caer 3 a 0 contra Huracán, Héctor Rivoira renunció a su puesto en Chacarita luego de perder 1 a 0 ante Independiente Rivadavia de Mendoza, en tanto que el tercer equipo que actualmente quedó sin figura en el banco de suplentes fue Deportivo Merlo, que a últimas horas de la noche, y tras varias idas y vueltas, acordó la salida de Felipe De La Riva para que este se haga cargo del Funebrero.

Previamente habían abdicado en sus objetivos Enrique Hrabina en Independiente Rivadavia de Mendoza, Juan Amador Sánchez en Huracán, Javier Alonso en Atlanta, Jorge Solari en Atlético Tucumán, Osvaldo Ingrao en Gimnasia La Plata y Andrés Sialle en Guillermo Brown de Puerto Madryn. El 45% de los equipos modificó su DT en el 28% del campeonato. Casi la mitad, en casi más de un cuarto.

Desde la implementación del torneo largo, el número de entrenadores record que mantuvo su cargo a lo largo de las 38 fechas se dio en la temporada 2009/10. Nueve fueron los afortunados: Omar De Felippe en Olimpo, Carlos Trullet en Rafaela, José Romero en All Boys, Héctor Arzubialde en Gimnasia de Jujuy, Fran Kudelka en Boca Unidos, De La Riva en Merlo, la dupla Medero-Marini en la CAI de Chubut, Marcelo Bonetto en Instituto y Fernando Alí en Unión.

La temporada que perduraron menos fue en la 2007/08, cuando solamente lograron semejante mérito Juan Amador Sánchez en Rafaela, Carlos Roldán en San Martín de Tucumán y Blas Giunta en Almirante Brown. En la 2008/09 se duplicó el número de la mano de Carlos Trullet en Ferrocarril Oeste, Rivoira en Atlético Tucumán, Romero en All Boys, Jorge Ghiso en Instituto, Andrés Rebbotaro en Aldosivi y Marcelo Fuentes en La Crema.

El campeonato pasado, los siete que resistieron fueron Trullet en Rafaela, Kudelka en Unión, Jose María Bianco en Ferro, Francisco Ferraro en Gimnasia de Jujuy, De La Riva en Merlo, Giunta en Almirante y Salvador Daniele en Aldosivi.

Los números acaban con la mentira que los torneos largos le dan más vida a los técnicos. Los buenos resultados son los que te dejan tranquilo, a pesar de que se juegue mediocre. Aunque un campeonato de 38 fechas tiene sus puntos atractivos como la transparencia que puede tener un justo campeón, la picadora de carne seguirá funcionando igual o peor, y si se quiere finiquitar realmente con esta lista interminable de despidos en forma precoz, entonces habría que apuntarle al verdadero responsable… Los promedios del descenso.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ozzy, en pantalla grande

God Bless Ozzy, es la película del mítico cantante de heavy metal que se proyectará en Argentina únicamente los días 28 y 29 de octubre. Para disfrutar más allá de no ser fan.



Al igual que ya lo hicieron míticas bandas de la historia del rock y el metal, como fueron los casos de Pearl Jam con Twenty y de Iron Maiden con Flight 666, Ozzy Osbourne también se subirá a esta montaña rusa de films autobiográficos, el que no se la podrá encasillar bajo ningún género, ya que, tal cual su vida, tendrá comedia, drama, suspenso y por sobre todo mucho metal.

Lo que testimonia este documental no es sólo la leyenda de Ozzy, el padre de la criatura, sino también el verdadero Osbourne. La cinta se encuentra llena de imágenes de inmenso valor, que empiezan desde la época que militaba en Black Sabbath y llegan hasta la última gira que realizó con el vikinguísimo guitarrista Zack Wylde; con su ascenso a la fama y problemas de autoestima que lo embarcaron a navegar sobre una borrachera de 40 años sobre los escenarios.

Pero el protagonista no es el único rockstar encargado de brindar testificaciones, ya que además cuentan sus experiencias compartidas en giras y hoteles sus ex compañeros de Black Sabbath, el guitarrista Tony Iommi, el bajista Geezer Butler y el batero Bill Ward. Incluso hasta su compatriota Paul Mc Cartney opta por tomar palabra en la película, al opinar con mucho tacto sobre su música (recordemos que la primera influencia sonora de Ozzy fueron los mismísimos The Beatles). Otros artistas importantes que se prestan a las anécdotas son Robert Trujillo de Metallica, Nikki Sixx y Tommy Lee, ambos de Motley Crue.

El productor de este largometraje es su hijo Jack Osbourne, y está dirigido por Mike Fleiss y Mike Piscitelli, quien realizó su primera experiencia en pantalla grande, pero que cuenta con la mundología de haber realizado varios videos musicales para Iggy Pop, Linkin Park, entre otros.

Si sumamos al vocalista más una cámara, la reminiscencia inmediata llega por la explosión mediática que alcanzó en la pantalla chica gracias a The Osbournes, el reality show de su vida familiar, producido por MTV y que terminó de enloquecerlo por completo hasta estrellarse contra un árbol en un cuatriciclo.

Por lo tanto, God Bless Ozzy será la primera película en la que el Príncipe de las Tinieblas se lleve la atención principal, aunque ya ha participado en otras filmaciones como Riders of the Storm, Dulce o Truco, Sam Kinison Banned, Los Mamarrachos o Moulin Rouge. Hasta le puso la voz a Fawn, un personaje de la comedia animada Gnomeo y Julieta, estrenada este año.

En Argentina, únicamente se proyectará los días 28 y 29 de octubre en todos los cines Showcase, por lo que habrá que estar atento si quieren disfrutar de una historia con mucha música en vivo y backstages de una vida que a veces resulta dolorosa, que muestra a un hombre de origen popular luchando contra sus adicciones y demonios. Justamente eso es lo que le brinda mayor interés, más allá de no ser seguidor de Ozzy, disfrutar de lo divertido y complicado que es ser un mito fundamental en la historia de la música. Entonces, que caiga el telón y comience la locura, como cuando le toca salir a cantar aún con sus 62 años.

viernes, 14 de octubre de 2011

El regreso al Klama Hama

Illya Kuryaki and The Valderramas se juntó después de 10 años y brindó un show con alta dosis de funk en Puerto Madero.

Emmanuel y Dante, otra vez juntos. Para 2012, gira y disco nuevo








Pasaron diez años para que se vuelvan a fusionar. Cuando Dante y Emmanuel Horvilleur se anexan en el escenario, el primero ya deja de ser el hijo de Luis Alberto Spinetta que usa bases de hip hop y tira rimas con ropa enorme, en tanto que el segundo ya no es el chico bien con su electropop lúdico de ropa ajustada. Son un dúo con lo que ello implica: equilibran sus fuerzas y se potencian. No hablamos de reunión, nos referimos a una asociación musical que da nacimiento a un funk rockeado.
Se notaba la necesidad de esta unidad, como si en el medio del desierto te volcaran agua en la cabeza durante el mediodía. Un gran desahogo tenerlos juntos y el arranque fue con todo. Chaco, Apocalipsis, Jaguar, Jugo, Latin Geisha y Expedición al Klama Hama fueron las primeras 6 de una lista de 15 canciones que hicieron rejuvenecer a 12 mil personas.
Por momentos el Anfiteatro Lola Mora de Puerto Madero se transformó en el boliche más top de la Ciudad de Buenos Aires, con un sonido impecable y limpio capaz de transmitir ese groove nítido que no pararía de fluir por todo el cuerpo, desde el dedo meñique de la mano izquierda hasta el pulgar de la derecha.
Claro yin yang musical. Un poco hay dentro de cada uno del otro, de estos dos frontmans protagonistas. Se acoplan a la perfección. Como en Jugo, un tema mucho más cercano a la música que predica Emmanuel Horvilleur, pero a Dante no le pesa la responsabilidad y se manda un coro pop; o en Expedición al Klama Hama, pleno hip hop 1 a 1, cuando Emma se sube al caballo de las rimas en el verso y tampoco desentona.
Los dos, a la viola. Virgen de Riña, Mi Chevy y Trewa, tiempo auspiciado por genes Spinetta. Llegó el medley Kuryaki (popurrí, dicho en criollo) con Fabrico Cuero, Es Tuya Juan y No Way José. Jeniffer del Estero fue previa a la presentación de los músicos (combinaron instrumentos con los que normalmente acompañan a ellos como solistas). Antes de los bises, llegó el turno de A Mover el Culo, por si quienes presenciaban el show les quedaba alguna duda que estaban en una fiesta funk.
Para el final dejaron Ruégame, Remisero y la más aclamada Abarajáme, para sentir que después de diez años logramos llegar al Klama Hama, lo vemos en un escenario sin fondo con las letras IKV gigantes y lo percibimos en el oxígeno. A seguir disfrutándolos, porque esto recién es el comienzo. Que se hayan fusionado para el Movistar Free Music es una excusa para emprender una gira en 2012 y un nuevo disco. Pero ojo que además continuarán con sus carreras solistas, ya que también los encuentra atravesando un muy buen momento individual.
Este combo dos por uno se llama Illya Kuryaki and The Valderramas. Separados la rompen, pero juntos es mejor. Intercambian roles y les sale perfecto. Y el año que viene el dúo dinámico va a recorrer el país para abarajarte la bañera.

jueves, 13 de octubre de 2011

Eric Clapton, entre el rock y sus 66 años

El virtuoso guitarrista inglés tocará mañana por tercera vez en Argentina


Una vez finalizada la efervescencia juvenil de Justin Bieber, mañana por la noche llegará a River el más sólido rock and blues del mundo, de la mano de uno de “los mejores guitarristas y artistas de todos los tiempos” según la revista Guitar World, Eric Clapton se presentará en Argentina por tercera vez.
El inglés que arriba al país diez años después de su última visita, llega para promocionar su último disco (Clapton, editado el año pasado) aunque como es de esperarse en un músico de su calibre repasará todos los éxitos de su vasta trayectoria y por como encara su gira sudamericana hará un set list variado que no se atará a su etapa solista, sino que desarrollará covers de The Yardbirds hasta Cream, el power trío británico con el que comenzó a pisar fuerte en el mundo, pasando por Derek and The Dominos, agrupación en la que se enmarcó como líder definido.
En escena no estará solo. Será acompañado por una banda a la altura de su dimensión, entre los que se destacan Steve Gadd en batería (quien tocó junto a Paul McCartney, Joe Cocker y Paul Simon), Willie Weeks en el bajo (Ron Wood, George Harrison) y Chris Stainton en teclados (The Who, Bryan Ferry). Además completarán el equipo Michelle John y Sharon White como coristas.
Entre las principales composiciones e interpretaciones de Clapton sobresalen Layla (en su etapa con Derek and The Dominos), Cocaine (escrita originalmente por JJ Cale, para su álbum Slowhand de 1977) y la multipremiada Tears In Heaven (dedicada a su hijo fallecido tras caer accidentalmente desde un piso 53).
Las veces anteriores que tocó en el país también pertenecieron al mes diez del calendario. Su primera visita fue el 5 de octubre de 1990 y la última el mismo día pero de 2001. Al igual que en esta oportunidad, también montó su show en el Monumental. La banda de rock nacional Guasones será la encargada de talonear a esta leyenda del rock.
Los más chicos ya se divirtieron en River, ahora llega el turno de que ambas generaciones se unan emocionadas, cuando comiencen a sonar los primeros acordes de su Stratocaster (diseñada especialmente por Fender para él en 1988) y demuestre que sus 66 años no le pesan. Será una noche para disfrutar, porque Clapton como el vino, cada año que pasa le sienta mejor.
Todavía quedan algunas entradas, que difieren entre precios y ubicaciones, que se venden a través de www.ticketportal.com.ar y www.livepass.com.ar, o se pueden adquirir en los distintos puntos de venta puestos a disposición en Local Ticketportal (Vidt 2084) y en las boleterías de La Trastienda (Balcarce 460, habilitado con efectivo, tarjeta de crédito y/o débito).

lunes, 3 de octubre de 2011

Q.E.P.D. GNR

Terminó el Rock In Río y en su última fecha se vio el peor show en la historia del festival. Los Guns N Roses le dieron un indigno cierre a tan prestigioso espectáculo. Problemas por todos lados, desde ambientales, sonoros y ¡hasta Axl se olvidó la letra de November Rain!




Debía ser el mega cierre, con todas las luces, para eso lo convocaron a él. Y con su gran ego directamente proporcional con los bastantes kilogramos demás que posee en su panza, sobró uno de los festivales más importantes del mundo. Y ley de Murphy, cuando las cosas te tienen que salir mal, desde la tecnología hasta la naturaleza vuelven tu hegemonía legendaria en el más piadoso infierno de los mortales.
Axl Rose se presentó junto a su banda de covers de los verdaderos Guns N Roses. Estos solo llevan un nombre adjudicado por su narcisista líder, completamente en otra sintonía diferente a quienes supieron gobernar el mundo del hard rock en los fines de los '80. Como no podía ser de otra forma, el vocalista hizo esperar a los presentes durante 1 hora 55 minutos desde el oficial inicio de su set, con el agravamiento que lo hizo bajo una incesante lluvia que se extendería durante todo su concierto, hasta por momentos transformarse en un rabioso diluvio. No más rabioso de lo que terminaría Sir William.
La lista oficial indicaba un monstruoso concierto con 33 canciones, a lo que la realidad llevó a reducir a 22. El comienzo fue con Chinese Democracy, con el cantante vestido con un pilotito amarillo para no mojarse, lejos de una imagen dejada de rockstar. Ya se pudo apreciar fallas intensas en el sonido. Le siguió la peor versión de Welcome to the Jungle. Y desde ahí en parte por la persistente tormenta los problemas sonoros se acrecentaron, lo que llevó a fallas en los instrumentos por lo cual el vocalista debió esforzarse al máximo para que nadie notara sus ineludibles falencias. Un desgaste lógico.
This I Love pareció ser cantada por el mismísimo Gallo Claudio, residente de lujo en la garganta del Señor Rose, que bailaba cada cover mientras chapoteaba en el inundado escenario. Bien podría ser el Titanic, al gigante el agua lo estaba tapando.
Cuando todos creían que ya no podían seguir destruyendo las viejas canciones con nuevos arreglos desmejorados (caso Estranged), llegó el turno de You Could Be Mine y por si no fuese poco en November Rain, Axl se olvidó la letra, lo que marcó definitivamente el recital. O sea... se olvidó la letra de un tema que canta ¡hace 20 años! Terminó el tema. Se fue. Volvió para Knockin On Heaven Doors, pero estaba vencido, resignado a que este sería el peor show de su existencia. Justo cuando debía lucirse, transmitido en vivo para todo el mundo por Youtube, las cosas le salen peor.
Entre la densidad del show, las tenaces pifies de sus músicos (Boomblefoot fue el único que rozó el aprobado, quien intentó ponerse en forma fallida el equipo al hombro cuando las papas quemaban) y los constantes problemas de volumen, no paraban de superarse en la destrucción de los temas clásicos. En Nightrain, previo a los bises, harto de esto DJ Ashba, jugando al chico malo, partió su guitarra contra el suelo (como si ella tuviera la culpa) y es tan inoperante que ni siquiera eso supo hacer bien. A practicar más, porque hasta en rotura de guitarras contra el suelo te la llevás a marzo, duendecito.
Para no variar, Patience continuó en esa misma sinfonía, aunque vale aclarar que fue la única vez que Axl se acercó a las pasarelas. Tampoco terminó de cantar el tema. Decidieron ponerle punto final con Paradise City con un cantante al borde del llanto por la impotencia de ya no ser, en todo sentido. No solo triplicó su tamaño físico de su época de apogeo, sino que su voz fue deteriorada por el paso del tiempo, pero lo más grave de todo y que llama la atención es el cambio de actitud. En 1991, ante cualquier situación similar se venía un get of fuck up, enseñando el dedo anular y el micrófono al suelo, para finalizar un concierto de forma prematura. Esta vez lo terminó como pudo. Perdió su rebeldía y se mostró vencido.
Fue una de las galas más penosas de la historia del Rock In Río (que el año entrante tendrá su edición en Madrid y dudo que esté GNR). Axl Rose no dejará de ser una leyenda de la música, pero su actuación de anoche reivindica el suicidio de Kurt Cobain, entre otros. Antes de llegar en un futuro a ser eso, por lo menos es mejor colgar el micrófono. Si hace 20 años era noticia, era por rebelde e incomprendido, no por pelotudo.
El próximo sábado se presentará en el estadio Ciudad de la Plata. Si quien lee es poseedor de una entrada, intente estafar a alguien y véndala, si quiere ser honesto quémela. Si no tiene nada que hacer e igual quiere ir, llévese un toallero (como en River en 1992) que lo va a necesitar. O mejor aún, un lavamano... Para atinarle mejor a la puntería.