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Hecho por Alejandro Caruso

viernes, 14 de enero de 2011

Un Huracán en Aruba

Ariel Ortega ya es jugador de All Boys, pero no es la primera vez abandona el club a préstamo por cortocircuitos con el entrenador de River. Antes había sido con Diego Simeone a quien había acusado de mala leche. Justamente el Cholo fue el último técnico que pudo sacar campeón al conjunto de Núñez, en el Clausura 2008, cuando Jose María Aguilar comparaba a la institución que presidía con un paraíso caribeño. Acá un recuerdo del paso del entrenador por el Millonario ¿Será el mismo final para JJ López?



Aruba es un país del Caribe en el que durante su verano, debido a su clima tropical, soporta fuertes tormentas y huracanes. Desde esa frase metafórica usada por José María Aguilar, quien comparó al país de las Antillas con River Plate, es imposible no encontrar coincidencias entre ambos, aunque los más afectados sean los turistas que están de paso. Como Diego Simeone, quien vivió la más dulce primavera pero no pudo soportar el tornado del verano y voló junto a él.
Simeone llegó a River tras una polémica despedida en Estudiantes de La Plata. Con cortocircuitos con Juan Sebastián Verón de por medio, abandonó el plantel antes de disputar la Copa Libertadores. Pero el inicio del ciclo en el club de Núñez no fue fácil, ya que arrancó con una derrota en su debut oficial (2 a 0 por la Copa, contra Universidad San Martín de Porres, un equipo desconocido de Perú) y con los fuertes rumores de que su esposa Carolina Baldini le era infiel con el bañero Fabián Orlovsky, un integrante de Los Borrachos del Tablón, donde es conocido como He-Man.
Sin un juego vistoso y basado en la solidez defensiva, el Cholo obtuvo resultados positivos en el Clausura y en la Libertadores, donde terminó primero en la fase de grupos. Aunque el partido de vuelta por los octavos de final, ante San Lorenzo en el Monumental, fue una bisagra ya que con dos goles arriba y dos jugadores más, el Ciclón de Ramón Díaz, un técnico amado en River, se lo empató y lo dejó afuera. Muchos hinchas le criticaron el no haber puesto a Ariel Ortega en ese partido clave.
Con el cuchillo entre los dientes y una actitud envidiable, asumió la responsabilidad y el grupo digirió rápidamente la eliminación. Simeone comenzó a incluir a Ortega entre los titulares y consiguió el título local para el club, después de cuatro años sin obtenerlo. Pero los cruces con el Burrito no habían terminado. Harto de los faltazos a los entrenamientos producto de su problema con el alcohol, el entrenador decidió prescindir del jujeño para el segundo semestre del año, y por eso fue cedido a préstamo a Independiente Rivadavia de Mendoza. La gota que rebasó el vaso fue que el día previo al partido por la última fecha, contra Banfield, con River ya campeón, el delantero llegó alcoholizado a la práctica por lo que el entrenador decidió no concentrarlo. Ortega disparó duro contra Simeone, al que calificó como “un vigilante mala leche”.
En la segunda parte del año le apostó todo a la Copa Sudamericana, pero no superó los cuartos de final. Igualó frente al Chivas de Guadalajara en México, en otro cotejo que llevaba dos goles de ventaja y se lo empataron, en el cual mereció una mejor suerte.
El torneo Apertura fue lapidario para el director técnico, ya que solamente ganó un partido y debió renunciar en la fecha 14, con el equipo último, en la peor campaña de la historia de la institución.
Como perlita quedaron las derrotas en los dos clásicos oficiales ante Boca, ambos por 1 a 0. Se despidió ante una ovación de los hinchas luego de que River le empatara a Huracán tras ir 0-3. Justamente se lo llevó un Huracán.

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