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Hecho por Alejandro Caruso

lunes, 10 de enero de 2011

El batacazo inaugural

En el año de un nuevo Mundial de Rugby, el recuerdo del debut de Los Pumas con el magnífico triunfo ante el local Francia, por el partido inaugural de la última edición de la Copa Webb Ellis.



Argentina derrotó a Francia 17 a 12, en el estadio Saint Denis de París, en el partido inaugural del VI Mundial de Rugby, y dejaron en silencio a 76 mil franceses, al lograr uno de los triunfos más importantes de su historia, en lo que fue, sin dudas, el gran batacazo del campeonato.
Los Pumas disputaron un primer tiempo estratégicamente brillante, ya que a su garra, actitud y temple, se le sumó la capacidad técnica de Marcelo Loffreda, quien le ordenó a su equipo jugar corto, sin arriesgar la posesión de la pelota. Los locales, al jugar de igual a igual, fueron superados en el duelo de planteos, ya que su principal característica, que es el juego abierto por las bandas, no pesó.
En los primeros minutos, los visitantes tuvieron la capacidad para no enloquecerse ante el bullicio del público local que esperaba un cómodo triunfo de su seleccionado. Así, Argentina comenzó a presionar a la defensa rival. En un gran acierto táctico de su entrenador, los forwards ganaban metros y en ofensiva fueron eficaces, ya que Felipe Contepomi convirtió los tres primeros penales que tuvo a disposición, a los 4, 9 y 23 minutos respectivamente.
Agustín Pichot se encontraba muy metido en el partido, porque usaba su astucia e inteligencia en torno al funcionamiento del equipo: manejó correctamente las salidas en los scrums y presionó en la ofensiva francesa.
Las patadas de Martín Hernández, hacia el fondo, tenían como destinatario principal a Cédric Heymans, un habitual wing que fue derivado a fullback, para que Manuel Contepomi sacara a relucir su gran potencia en las alturas.
El único try del partido se produjo a los 26 minutos de esa primera mitad, cuando Horacio Agulla interceptó un pase de Remy Martín, descargó para Manuel Contepomi, que se la cedió a Ignacio Corleto, quien venía embalado, y este último, con una diagonal pudo penetrar en el in goal francés, para hacer delirar a esos 3 mil argentinos que por primera vez se hicieron sentir con fuerza en una cancha pintada exclusivamente de azul.
Los Pumas, con una ventaja de 11 puntos, sintieron los nervios de someter al poderoso en su casa y por eso cometieron más infracciones de lo debido, lo que le permitió a los galos arrimarse, tras dos descuentos de el infalible pateador David Skrela, hasta dejar el marcador en 17 a 9, al final del primer tiempo.
En la segunda parte, Francia salió a llevárselo por delante y se puso a cinco tantos, mediante un nuevo descuento de penal de Skrela. Con la rapidez de sus forwards y las subidas de sus backs ganó varios metros para vulnerar el in goal, algo que jamás consiguió debido a la gran defensa argentina, que basada en los tackles, resistió cualquier embestida de Les Bleus.
Los dirigidos por Bernard Laporte, sobre el final del partido, merodearon con algunos scrums por la banda derecha, pero no pudieron sobrepasar esa muralla argentina, ni con rucks ni mauls.
Tras el aguante defensivo, el árbitro inglés Tony Spreadbury, al que Loffreda le había metido presión en la semana previa para que no condicionara al visitante, pitó el final y Los Pumas, una vez más, dieron indicios de que son capaces de participar en cualquier competencia internacional a nivel selecciones.

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