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Hecho por Alejandro Caruso

miércoles, 24 de octubre de 2012

Gaseosa rebajada con agua

La fecha 3 del Pepsi Music estuvo marcada por la incesante lluvia que cayó durante toda la jornada, entremezclada por la distorsión de las bandas de metal que cerraron el día outdoor de la edición 2012 del festival, esta vez realizado en Costanera Sur.





Dicen que a mal tiempo, buena cara. Y el pésimo factor climático del día domingo que se sintió en la ciudad de Buenos Aires no estuvo ajeno durante toda la fecha, como así tampoco la energía de la gente vestida de negro in crescendo a medida que avanzaban las bandas, hasta encontrar el estallido final con el regreso de Evanescence a las tablas porteñas. La tormenta aumentó o bajo de intensidad, casual y gradualmente como las agrupaciones presentes, algunas que dieron sorpresas, otras que confirmaron su buen andar y algunas que vieron frustrado su set debido a problemas sonoros que no pudieron solucionar.

Expulsados y Bulldog, dos bandas en la misma bolsa, representantes de la escena punk, estuvieron tan nsípidas como cuadradas y no ofrecieron mucho. Por caso, Mantu, líder de los rosarinos, entrevió su malestar con el frío ambiente que había en el campo y hasta soltó que era más difícil armar una ronda que conseguir dólares para salir del país.
Cirse, a su vez, confirmó que están para jugar en Primera. Muy prolijos con la alegría de Luciana Segovia, su frontwoman, capaz de animarte hasta un documental de Infinito
.D-Mente decepcionó. Solo cinco temas y fue una bola de ruido. Con un Andrés Giménez iracundo con la lluvia. Lo único destacable fue el cover de Sol de A.N.I.M.A.L. aunque, claro, muy lejos de su versión original.
Cabezones cumplió con creces. Como siempre, con un sonido impecable, fue imposible no emocionarse con la evolución de César Andino, luchador de la vida, quien se paseó por la pasarela ayudado por su bastón y agradeció por volver a ver imágenes que creyó jamás volvería a ver. Una revancha merecida de la vida. También contó con su set con la mágica aparición del Canario de Plan 4, con su vozarrón ansélmico marca hardcore.
Lo de Carajo una vez más fue sensacional. Se caía el cielo, el mayor diluvio de la jornada y fue una fiesta. Sonido demoledor sin nada que envidiar a bandas internacionales. Estuvieron sus clásicos como Ironía (más Medley Pantera), El Error, Triste y Sacate la Mierda, más (no tan) nuevas como Ácido, Luna Herida, Libres y hasta tiempo para canciones poco habituales en festivales como Pura Vida.
Los estadounidenses de The Drums estuvieron un tanto descolgados en una fecha que abundaba la gente de negro, con su indie funk metido en el medio de Carajo-Evanescence, cuando la mayoría de los adolescentes ansiaban ya la banda headliner. Estudiosos de la música, saben lo que hacen. Otro día habrían ganado más aceptación, pero un gran premio para sus 200 fans firmes al pie del escenario 2.
El final lo marcó Evanescence, en su segunda presentación en el país, tras el Quilmes Rock 2007 en River. Más allá de caracterizarse por ser una banda oscura, también tuvo algunos claros. Para destacar la actitud, la energía y la voz de Amy Lee que te llevan a límites insospechados de agudeza sonora. Una mezzosoprana adecuada inmejorablemente al metal. Nunca desafinó, terminó empapada tras pasearse una y otra vez por la pasarela. La banda nueva que la acompaña es un perfecto complemento. Gran puesta, show de luces y piano de cola incluido bajo una lluvia incesante, decoraron un set casi gótico. Para criticarle queda la lista demasiado corta de 17 canciones (muchas de su nuevo álbum con nombre homónimo de la banda como What You Want, The Other Side, Ocean, My Broken Heart). Una floja versión de Bring Me To Life, en la que brilló por su ausencia la parte que antes vocalizaba John LeCompt, le hizo sentir un vacío entre la potencia de los coros de la vocalista. Además fue inapropiado cerrar con un tema lento como My Immortal un festival de rock. Algo que debería ser adrenalina pura, después de un día de lluvia y metal intenso, fue un sedante para mandar a todos a casa y a esperar por más en el 2013.
Bonus Track: El innecesario miniset de los Rocko-saurios de mierda esos (o como carajo que llamen. NdeR: Heavysaurios) que solo incrementaron el odio sobre un campo que a esa altura rebosaba el barro hasta las rodillas de los presentes.